Una fuente que ha pasado por dictaduras, corporaciones, Apple, y sigue apareciendo en tus diseños. ¿Es hora de soltarla?
¿Sabías que hay empresas que ya no tienen jefes, horarios ni estructuras rígidas? Eso es parte del modelo “Teal”. En este artículo te contamos qué es el Transformative Teal, cómo se ve en el mundo real y si tiene sentido para tu marca o es puro humo místico.
Helvética es como el jeans del diseño: siempre está. Pero, ¿todavía representa modernidad? ¿O tu marca está atrapada en 2007? En este artículo analizamos por qué seguimos usando Helvética, qué representa hoy y si deberías —o no— dejarla atrás.
Helvética es la tipografía que todos han usado al menos una vez… aunque no lo recuerden. Aparece en carteles del metro, en marcas globales y en millones de PowerPoints. Pero en plena era del branding emocional, ¿todavía tiene sentido elegir una fuente tan “neutral”?
Nacida en Suiza en 1957 bajo el nombre de Neue Haas Grotesk, Helvética fue pensada para ser lo más simple, legible y funcional posible. Y lo logró: fue adoptada por marcas como Lufthansa, American Apparel, Nestlé, Jeep y Apple en su era Jobs.
¿Por qué funcionó tanto? Porque representaba modernidad, limpieza, racionalismo. Pero ese mismo legado hoy se enfrenta a un nuevo contexto donde las marcas no quieren parecer frías, sino humanas. Hoy queremos tipografías que hablen, no que se escondan.
¿El problema? Helvética se convirtió en sinónimo de default. Y cuando algo es el default, se vuelve invisible.
Incluso se intentó modernizar: en 2019 se lanzó Helvetica Now, adaptada a pantallas y más flexible. Pero muchos diseñadores siguen debatiendo si es una mejora real o solo nostalgia con kerning ajustado.
En un estudio de Fontsmith, el 61% de los diseñadores afirma que las marcas necesitan una tipografía distintiva para destacar. ¿Puede Helvetica aún lograr eso? Difícil. A menos que lo hagas con intención y estrategia.
En branding, cada tipografía comunica. Helvética dice: “soy serio, soy confiable, no quiero llamar la atención”. ¿Eso dice tu marca? Entonces bien. Pero si tu tono es rebelde, emocional, creativo o contemporáneo, hay mejores caminos.
Helvetica es un ícono. Pero como todo ícono, también puede volverse una prisión si se usa por costumbre. Si tu marca quiere ser inolvidable, no puedes usar la misma letra que usan todos los bancos desde hace 60 años.
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